Stella Lugo
Es
más que evidente el plan golpista. La guía la suministran desde el
Norte. Quien tenga dudas de ello, deténgase a leer el documento emitido
el 25 de febrero de 2016 por el Jefe del Comando Sur, almirante
KurtTidd, titulado: “Operación Venezuela Freedom 2”; o fíjese en las
orientaciones trazadas a través del Washington Post, el 12 de abril
pasado para coordinar las acciones de la derecha internacional en el
sentido de aplicar la llamada Carta Democrática contra el Gobierno de
Venezuela.
El
llamado a la sedición interna le corresponde a las facciones opositoras
de corte neofascista, con Voluntad Popular a la cabeza de ellas. Ellos
han asumido la tarea de seguir ensangrentando al país, tal como lo
hicieron en abril de 2002, abril de 2013, febrero de 2014, y en todos
los episodios de violencia que han propiciado.
Se
inscribe tal propósito en la ofensiva contrarrevolucionaria desplegada
sobre América Latina y el Caribe por Estados Unidos de Norteamérica a fin
de restaurar su hegemonía en el continente. Han coincidido los
intereses del Estado imperial, su aspiración recolonizadora, con las
ambiciones de una burguesía voraz que entra en cólera frente al justo
esfuerzo de resarcir la inmensa deuda social que gobiernos a su servicio
dejaron en el país, que recurre a la violencia para derrocar a un
proceso guiado por un humanismo de tal calado que emprendió, por
ejemplo, la iniciativa de proveer de viviendas a todas las familias
venezolanas y que, al mismo tiempo, ha pretendido democratizar la
economía.
Son
serios los peligros que se ciernen sobre la paz de la nación, toda vez
que asistimos a un escalamiento de acciones con el propósito claro de
derrocar al gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moros, paso
clave para dar al traste con el proceso de transformaciones económicas,
políticas y sociales, emprendido por el Proyecto Bolivariano.
Por
ello, el plan golpista tiene múltiples aspectos. El multimillonario
Lorenzo Mendoza, quien desde hace rato pide dólares al Estado y saca la
mayor parte de su producción al exterior a fin de generar escasez, y la
porción que deja en el país la concentra en espacios privilegiados, es
motor principal de la mencionada ofensiva; por lo que anuncia en este
momento su decisión de dejar de producir cerveza como parte de la
“Operación Presión de Garganta”.
Muchas de las
operaciones de la derecha han sido publicitadas, otras seguramente
corresponden a una fase más violenta del plan. Es lo que el Ministro de
la Defensa, Vladimir Padrino López, señaló este domingo como un golpe en
desarrollo.
Pero,
desde varios sectores surge la respuesta popular. La clase trabajadora
ha empezado a movilizarse en defensa de sus conquistas. Defender la
LOTTT promulgada por el Comandante Hugo Chávez, cuando en el mundo
entero retrocedían reivindicaciones logradas en muchas jornadas de lucha
y sacrificios por el pueblo trabajador, es una cuestión de honor. Con
gran satisfacción observamos como en una rueda de prensa, precisamente
del Movimiento Obrero de Base Polar Socialista, se dio un paso al frente
denunciando las maniobras del señor Mendoza, su violación al Artículo
72 de la LOTTT con un cierre que pone en peligro la estabilidad de 6 mil
500 operarios de las plantas de alimentos, como parte del plan
golpista.
Esto
prueba que la paz, ese bien invaluable para nuestro pueblo, será
defendida por las y los revolucionarios bolivarianos con toda la firmeza
necesaria. ¡Que no haya dudas de ello! Por su parte, nuestro Gobierno
hace un esfuerzo titánico por distribuir alimentos casa por casa para
defender a los más necesitados de la violencia que representa la
especulación, la carestía, el acaparamiento y la escasez. En ese
sentido, se han activado los Comité Local de Abastecimiento y Producción
(Clap), Gobierno y pueblo organizado marchando a la ofensiva.
No
obstante, es bueno advertir: La tempestad revolucionaria que desatará
el camino escogido por la oposición, la burguesía y sus amos imperiales,
irrespetando las Leyes y Constitución de nuestra Patria no ha sido
sopesada por quienes planearon el golpe a la Revolución Bolivariana, o
simplemente no les importan las consecuencias. Deberían saber que un
pueblo que conoció de dignificación de los excluidos, de beneficios
sociales para las mayorías, de redención social, pero que, además, posee
una vocación libertaria infinita, y que ha conocido durante este
proceso la independencia de su país, no será sometido pasivamente.
Este
es un pueblo de heroínas y héroes que no acepta la dominación
extranjera, ni ningún género de opresiones. Es la hora de la defensa de
la Patria y no cabe ninguna duda que el pueblo trabajador y la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana jugará el rol que la historia le ha puesto
por delante.
¡Aquí NO se rinde nadie!
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